Salsa agridulce, de Juan García Armendáriz

Vencida la aprensión que al principio nos produjo el licor de lagarto —el bicho, introducido en la botella como un feto retorcido y escamoso, tenía de color verde el alcohol —, mi compañero y yo bebimos varias tacitas de porcelana de aquel aguardiente que la camarera, con sonrisa oriental y sumisa, nos fue sirviendo duranteSigueSigue leyendo «Salsa agridulce, de Juan García Armendáriz»